Introducción
Nunca antes la
tecnología había ocupado en proporciones tan altas los diferentes círculos
sociales, económicos, políticos, culturales, y educativos de nuestro entorno.
La Sociedad de Conocimiento nos rodea. Si antes era importante adquirir
información, hoy lo importante es hacer uso adecuado de dicha información.
Si antes era impensable tener comunicación constante y fluida con el otro lado del mundo, hoy lo impensable es que la geografía nos separe. La tecnología nos cambió la vida.
Si antes era impensable tener comunicación constante y fluida con el otro lado del mundo, hoy lo impensable es que la geografía nos separe. La tecnología nos cambió la vida.
La educación no
se ha quedado a un lado de la explosión innovadora de la tecnología. Hoy es más
usual escuchar hablar de la importancia de estos avances en la educación a tal
punto que uno de los elementos del
proceso educativo, el docente, parece ser, estuviera mandado a recoger, y
amenazado como su extinción.
Se plantea en
este documento la tesis según la cual la tecnología, y el uso de ella en la
educación (podcast, y/o REA), no remplazará la tarea mediadora del docente
entre el estudiante y el conocimiento. Con la implementación de la tecnología en la
educación el docente no está amenazado con su desaparición, al contrario está
obligado a adaptarse al cambio y potenciar el uso de la la misma en sus
objetivos pedagógicos.
Desarrollo.
A continuación se
exponen los argumentos sobre los cuales se fundamenta la tesis planteada.
En primer lugar,
la educación es un proceso humano, que se da entre seres humanos, y con
propósitos humanos. ¿Aprenderá un individuo rodeado de computadoras y no
rodeado de seres humanos? ¿Para qué le servirá el conocimiento sin poder
compartirlo, aplicarlo, y probarlo? Quien se encuentre en una isla con las
mejores redes y con los mejores equipos adquirirá mucho conocimiento, pero la
educación no tiene que ver con conocimiento, sino con conocimiento aplicado a
problemas sociales.
La tecnología no
remplazará al docente porque es en el contacto humano entre docente y
estudiante donde se establecen los ambientes y contextos precisos para el
desarrollo de procesos cognitivos que arrojan como resultado la solución de
problemas, la respuesta a preguntas, y el establecimiento de marcos para la
vida. En últimas, aprendemos para vivir mejor, y vivimos mejor solo entre seres
humanos.
El papel de la
tecnología entre docente y estudiante es la de mediadora. El hecho de que la
educación sea un proceso entre seres humanos no nos lleva a excluir la
tecnología. Al contrario, es el uso humano de la tecnología como herramienta
comunicativa entre docente y estudiante en donde su utilidad puede arrojar
excelentes resultados.
Una máquina nunca
se preguntará por los motivos y propósito educativos de un estudiante, nunca
identificará el contexto real de sus estudiantes con solo leer un correo
electrónico, una carta o un mensaje de chat, nunca evaluará el grado de
motivación de un estudiante, ni su meta cognitiva frente al desarrollo de una
secuencia educativa. Todas estas tareas están en las manos de un docente, por
lo anterior la tecnología no lo remplazará.
Hay cosas que las
cosas no tienen. Hay lecciones que las máquinas no enseñan. La educación es una
tarea humana porque nos enseña a ser seres humanos de manera humana. La tecnología
no lograría este objetivo. Una máquina
no nos puede dar lecciones sobre la humanidad porque no es humana ni sabe lo
que es serlo. La tecnología no remplazará al docente ya que el docente tiene un
parte humana que rodea su discurso pedagógico y con el cual sus estudiante
aprenden de una materia, pero aprenden sobre la humanidad.
En la obra Pedagogía de la autonomía, Paulo Freire
(2004) aborda estas temáticas. El autor expone cómo el docente enseña con una ideología,
enseña con compromiso, busca intervenir el mundo, y cómo quiere bien a sus
estudiantes. Todas las acciones anteriores son tareas de humanos, son tareas
indispensables en la educación, son tareas que una máquina nunca realizará por
sí misma, es por ello que la tecnología no remplazará al docente. ¿Qué decir
del ejemplo y del amor al aprendizaje que el docente inculca en sus
estudiantes? ¿Cómo haría lo mismo la tecnología?
En segundo lugar,
la tecnología no remplazará al docente porque el aprendizaje no es
transferencia de datos, sino construcción cognitiva y colectiva de nuevos
saberes que buscan la resolución de problemas contextualizados.
Se podría estar
de acuerdo con quien piensa que la tecnología remplazará al docente siempre y
cuando quien piense de esa manera entienda el aprendizaje como la modificación
de una conducta como resultado de la adquisición de conocimiento. Lo dicho
anteriormente está coordinado con el modelo conductista de aprendizaje.
El uso de la tecnología remplazaría al docente el día en
que lo importante, dentro de proceso de aprendizaje, sea el envío y la
recepción de información. Es más, una máquina puede evaluar la modificación del
conocimiento y medir los saberes antes y después de consultar un documento, por
ejemplo. Pero eso no es aprendizaje.
El aprendizaje no
es transferencia de datos y cambios de conocimiento (Freire, 2004) . Aprender no es el resultado de la
ecuación conocimiento por conocimiento, ni un proceso de “carga” con montos de
información (Brunner, 2000) . Aprender es tener la capacidad de
generar cambios cognitivos y conductuales profundos, dentro de una comunidad,
que den herramientas, modos y formas, para la resolución de conflictos dentro
del contexto del aprendiz. Estos cambios solo se logran cuando quien orienta
dichos cambios es un docente, no una máquina.
La tecnología es
ideal para transmitir conocimiento. Nunca antes se ha tenido tanto conocimiento
como el que se posee hoy. En la actualidad se puede saber mucho de todo lo que se quiera y dejar
de saber lo que no se quiera saber. Pero es el docente, el que hace las veces
de acompañante, quien guía a estudiante por los vericuetos del conocimiento
para llevarlo a la aplicación del mismo.
Teniendo en
cuenta que un modelo de aprendizaje construccionista tiene en cuenta el
conocimiento, la tutoría del docente, el proceso cognitivo del estudiante, y el
contexto real de este (Heredia & Sánchez,
2012), el docente que desee modificar conductas como consecuencia de
procesos cognitivos nunca será remplazado por la tecnología porque la
tecnología por sí misma solo podría aportar conocimientos.
Conclusión.
La educación no
se puede quedar relegada de la implementación de la tecnología en el aula. Es
una tarea, pendiente ya, de los docentes prepararse para el cambio y la
implementación; los elementos del proceso mental pueden cambiar, pero el rol
del docente no desaparecerá. Se modificará. No se extinguirá.
La tecnología no
remplaza al docente porque la educación es una tarea humana, en donde se
aprenden cosas que las máquinas no pueden enseñar. La tecnología será una gran
aliada en la tarea pedagógica, pero no será el docente; en términos de
comunicación, será un muy buen canal, nunca será el emisor. Cuando nació
la imprenta, nunca se pensó que esta reemplazaría al escritor.
La tecnología no
remplazará al docente porque el aprendizaje no es una carga de conocimiento,
sino es la aplicación guiada de dicho conocimiento en el contexto del
estudiante. La tecnología no lo puede hacer dicha tutoría, es tarea del
docente.
El rol del
docente, frente a la implementación de la tecnología, debe potenciar su tarea,
pero nunca pensar que será extinguido del proceso. El docente, como docente,
como maestro nunca tendrá una máquina
lista para llenar su espacio ya que el maestro, dentro del proceso de enseñanza
- aprendizaje es irremplazable.
Referencias.
Brunner,
J. J. (2000). Globalización y el futuro de la educación: tendencias,
desafíos, estrategias.
Freire, P. (2004). Pedagogía de la autonomía. Sao
Paulo: Paz e Terra S.A.
Heredia Escorza, Y., & Sánchez Arandilas, A. L. (2012).
Teorías del Aprendizaje en el contexto educativo. Editorial Digital
TEC.
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